martes, 7 de abril de 2015

El último encuentro entre Franco y Mussolini



El encuentro de Franco y Mussolini en Bordighera1
 
Mussolini, después del gran fracaso de Graziani, se dirigió a Hitler en demanda de apoyo. El führer decidió formar a las órdenes de Rommel un cuerpo expedicionario para África y aconsejó al duce que tratara de conseguir de Franco la conformidad para que España entrara en la guerra.

Los éxitos obtenidos por las fuerzas británicas de Wavell obligaban a poner en práctica los planes del Alto Mando alemán para la conquista de Gibraltar y el cierre del Mediterráneo.
 
El conde Ciano escribió a Serrano Suñer y se convino que el duce y el caudillo se entrevistaran el 12 de febrero de 1941 en la localidad transalpina de Bordighera. Ciano no asistió a la conferencia por encontrarse en el frente griego como piloto activo.
 
Mussolini no hizo alusión en momento alguno de la entrevista a la ayuda que Italia prestó al general Franco durante la Guerra Civil. El duce expuso la seguridad que tenía el Eje de alcanzar la victoria total.
 
Opinaba que España no podía permanecer al margen de la guerra, pero la forma y fecha de su entrada en el conflicto dependían exclusivamente de Franco.
 
Franco, por su parte, sostuvo la tesis de Hendaya: él no se negaba a colaborar militarmente con el Eje, pero necesitaba suministros de trigo y gasolina, productos que ahora recibía de ultramar y que se cortarían el día en que España entrara en la guerra.
 
La entrevista acabó tomando nota Mussolini de las dos condiciones que España exigía como precio de su entrada en la guerra: 1) satisfacción inmediata de las demandas de trigo, armamento y carburante; 2) revisión de las concesiones territoriales que España recibiría en el norte de África.
 
En conjunto, sin embargo, la cita de Bordighera no aportó nada nuevo a la posición ya conocida del general Franco para con las potencias del Eje.

Comentarios

El dictador español Francisco Franco apoyaba abiertamente a los regímenes fascistas italiano de Mussolini y alemán de Hitler (que con la variante de la idea de supremacía racial se le denominaba nazismo), de hecho el mismo implantó un régimen similar durante su gobierno en España. Sin embargo fue cauteloso de que la comunidad internacional solo apreciara este apoyo como ideológico y no con armamentos, puesto que de lo contrario luego de derrotados los países del Eje, hubiera tenido que asumir su responsabilidad.

Esta decisión de Francisco Franco puede ser calificada como inteligente puesto que no tuvo una muerte violenta como la tuvieron sus "colegas". Franco murió por enfermedad en 1975 a los 82 años de edad; en cambio Benito Mussolini murió fusilado el 28 de abril de 1945 y su cuerpo inerte sufrió vejaciones, y tan solo un día después, el 29 de abril de 1945 Adolf Hitler, con una Alemania ya derrotada, optó por el suicidio. Asimismo Hitler previamente a cometer suicidio dio instrucciones para que cremaran su cuerpo y el de su esposa Eva Braun para evitar ser tomados como trofeo de los rusos.

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1 ABC. La II Guerra Mundial 50 años después. Hitler a las puertas del Kremlin. Fascículo N° 15. Editado por Prensa Española SA. Pág. 231.

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