Los generales rebeldes1
El inicio de la invasión de la URSS puso de manifiesto la importancia de la experiencia en
la guerra. Los jefes y oficiales alemanes habían participado en las campañas de Polonia, en el Oeste y después en los Balcanes, mientras que pocos militares soviéticos habían combatido en un conflicto de grandes proporciones. Las "purgas" de Stalin de 1937 al 39 dejaron el Ejército Rojo en cuadro y desmoralizado. En total, 35,000 oficiales fueron retirados del mando, arrestados o ejecutados.
la guerra. Los jefes y oficiales alemanes habían participado en las campañas de Polonia, en el Oeste y después en los Balcanes, mientras que pocos militares soviéticos habían combatido en un conflicto de grandes proporciones. Las "purgas" de Stalin de 1937 al 39 dejaron el Ejército Rojo en cuadro y desmoralizado. En total, 35,000 oficiales fueron retirados del mando, arrestados o ejecutados.
En el bando contrario, cuando la ofensiva alemana encontró serias dificultades para alcanzar sus objetivos, Hitler culpó a sus altos mandos, realizando otra singular limpieza.
Pero no todos fueron dóciles lacayos de los 2 dictadores.
- El general Erich Hoeppner, comandante del IV Grupo Panzer, tras dirigir el ataque a Moscú desobedeció la orden de Hitler de no retirarse. Evacuó su flanco derecho, que se hallaba seriamente amenazado, para prevenir su aniquilación. Fue expulsado del Ejército y ahorcado en 1944, acusado de participar en el atentado contra Hitler el 20 de julio.
- El mariscal Georgy Zhukov escapó de las purgas de Stalin, pero fue a lo largo de la guerra uno de los mandos más independientes del Ejército Rojo. Tuvo el suficiente coraje para enfrentarse cara a cara a Stalin, en aquellas ocasiones que no estuvo con él.
- El general Andrei Vlasov, al mando del XX Ejército ruso, jugó un importante papel en la defensa de Moscú. En julio del 42 fue hecho prisionero fuera del cerco de Leningrado, ofreciéndose para luchar junto a los alemanes y derrocar a Stalin. Concluidas las hostilidades fue hecho prisionero y enviado a la URSS, donde sería ejecutado, acusado de traición.
Comentarios
Fue tanta la envidia y temor que desarrolló Stalin hacia la popularidad de Zukhov que terminada la guerra lo ubicó en puestos irrelevantes. Zukhov parecía un hombre mucho mas razonable que el viejo dictador soviético, puesto que mantuvo una gran amistad con Eisenhower. Sólo regresó a puestos de mando luego de la muerte de Stalin en 1953, llegando a ser designado como Ministro de Defensa de la URSS en 1956 durante la administración de Nikita Khrushchev, el cual al corto tiempo empezó también a sentir recelo; todo ello lejos de ser un defecto demuestra las virtudes de Zukhov para llegar a opacar por su carisma a estos líderes soviéticos.
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1 ABC. La II Guerra Mundial 50 años después. Hitler a las puertas del Kremlin. Fascículo N° 23. Editado por Prensa Española SA. Pág. 356.
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